siete palabras de magia que son..

A último momento y gracias a agregar una nueva función, nos dirigimos una vez más al teatro. Esta vez no nos espera una obra oscura, Juan Rodo no la interpretaría ni Angel Mahler compondría su música. No era una puesta extranjera con actores locales que para verla tuvimos que viajar varios kilómetros, pero tampoco se trató de una con actores que vienen de gira (en el sentido más literal de la frase por favor).

Tres adultas y una niña tenían su entrada en mano, bueno en verdad fuimos cuatro las niñas que hicimos la cola e ingresamos al gran El Circulo el sábado por la tarde siendo la excusa llevar a Sofía a su primera incursión en el teatro. La historia ya la conocía, en verdad quien no ha conocido en los primeros años de su niñez las penurias y alegrías de las princesas de Disney. En esta oportunidad la damisela en conflicto era Cenicienta y su zapatito de cristal. Sobrina de su tía ya conoce de memoria los temas musicales que en ella se interpretan (¿será por haberle inculcado desde hace varios años ver El Mago de Oz?).

Entramos. Ubicación preferencial. Nunca había estado en platea baja siempre en paraíso o en los primeros pisos así que en esta oportunidad, la perspectiva era diferente. Éramos dos las nenas que contemplábamos la gran sala de conciertos como si era la primera vez, “mirá las luces”, “hay angelitos en el techo”, “¿qué hay detrás de la cortina?”. Las luces comenzaron a parpadear dando la señal que la magia estaba por comenzar.

Se levanta el telón y una joven Cenicienta despierta como todas las mañanas para complacer los caprichos de su madrastra y sus hermanastras (repito, todos conocen la historia), siendo ayudada por cuatro simpáticos ratoncitos (sin identificar estaban Gus y Jaq). No se trata como en el caso de La Bella y la Bestia una adaptación fiel (¿derechos de por medio?) de la obra de Disney, pero eso no fue un requisito necesario ya que la maravillosa historia fue contada a la perfección y eso es merito de quienes la llevan adelante (con escena agregada de La Bella Durmiente).



De la filial Fisherton del Estudio de comedias musicales de El Circulo, este grupo de alumnos, egresados y docentes realizaron una puesta que nada tienen que envidiarle a las megaproducciones que se muestran en el Opera de Buenos Aires o que llegan a nuestros teatros. La sencillez, pero el gran trabajo de vestuario (llegue a contar a mas de 20 personas en el escenario por momentos!) y los cambios de escenografía tienen el mismo valor, o mejor dicho mucho, tienen más valor que en otras producciones.

Espero no errarle con los nombres (sino pliiis corríjanme!), ya que las interpretaciones de Bárbara Medicina y Federico Mateo como Cenicienta y el príncipe, de Flor Ferrari y Car Rosso como las hermanastras, Cesar Spinelli como el Primer Ministro (ovación de pie!!!), Vanessa Seves como el Hada Madrina, de Bibiana de Ensinck como la madrastra, y de quienes hayan estado dentro de los ratones y Lucifer, fueron encantadoras y mágicas, sin olvidarme del grupo de caballeros y doncellas casaderas del Reino.

(ya subiere mis fotos cuando mi hermana traiga el cable!)

De todas maneras lo que más asombró de la tarde del sábado fue ver como los chicos se compenetran con la historia, como participan con los actores (para ellos los verdaderos seres de sus cuentos) e interactúan en ella (igual yo quería que me midieran el zapatito –a claro, no por el príncipe jajajajaja-). Así, respondiendo y tomando partido, los niños, que creo era toda la platea, formaron parte de la historia, que sin darnos cuenta terminó con el vivieron felices por siempre (típico de los cuentos no tan rosas de la Disney), dejando grabada en cada uno de nosotros, una experiencia inolvidable y con la ansiedad de que el telón se vuelva a levantar muy pronto, porque para ser feliz todos sabemos las palabras mágicas… Salakadula chalchikomula bidibibadibu bu!!!

Comentarios

Rebeca ha dicho que…
Como en tu caso,mi hija quedo fascinada con la obra...No importa que ya supiera como es el final...Lo importante es la magia que se produce!!!Serena ,mi hija quedo fascinada con el Primer Ministro( mi querido profe de Canto...gracias Cesar por hacerla reir con tus despistes!!!) y con la Malisima madrastra(Genial Bibi...te admiro tanto!)y las hermanas,que producian risa...y ni que hablar de Cenicienta y el principe("que elegante el principe" dijo Serena...felicidades Fede!)...Ella salio de ahi feliz con lo que habia visto y sentido...Felicito a mis docentes del ECM y a los compañeros que participaron...Que orgullo!

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