…es imposible con palabras explicar…

♪ vivir de cuento (…)
que fueron realidad (…)
si el cuento está en tu alma ♫


Me voy a desviar un poco de las últimas entradas y de la línea en general del blog (si es que alguna vez la tuvo...) pero como diría Maru: hoy me levanté con la necesidad de escribir, de intentar contarles…
Aquellos que me conocen un poco más saben de mi admiración por el teatro musical (porque la palabra fanático mucho no me gusta para este tipo de arte) que se remite a muchos años, desde que escuche por primera vez Drácula en un cassette blanco y naranja, me enamoré de ellos. Internet ayudó a conocerlos un poco mas, y es así como mi maquina hoy alberga espectáculos de aquí y de allá, de ahora y de antes; y con ellos el sueño de convertirme en parte de alguno por un ratito (sueño que se podría realizar si alguna vez me animara a dar el paso y estudiar canto por ejemplo…).

Pero la idea es contarle sobre la función de anoche de “Las mil y una noches” en Rosario. No es la primera vez que la gira los trae a nuestra ciudad, ni al trío Cibrian-Mahler-Rodó ni a la historia, pero esta vez llegó renovada, y para bien. Nuevas incorporaciones y nuevos giros en la historia hicieron de la noche de anoche, una noche mágica…

Para aquellos que no saben de que se trata la historia he aquí la historia según la pluma de Cibrian & Mahler.

La vedad no se por donde comenzar, así que me voy a dejar llevar el mar como lo recuerda Elena, y voy a comenzar por ella. Georgina Frere encargada de darle vida a este personaje ya nos había deslumbrado como una fantástica Lucy y una espectacular Desdémona, pero en esta ocasión y cuando encontró su tono, porque en el primer solo que le toco, se iba demasiado arriba (perdón mi terminología, que seguramente no es la correcta) nos enamoró a todos, hizo que el Teatro Broadway se arrodillara a sus pies y le brindará un gran aplausos.
Hablando de ovaciones, de mas está decir que cuando el SEÑOR Juan Rodó ingresó al escenario y las luces, que de por si fueron un personaje único, brillaron mas fuerte. Que mas se le puede pedir a Rodó, a lo largo de los años fue desde un conde a un moro, desde una Bestia a un adolescente eterno, desde un destripador al mismísimo Cristo, desde un comisario a un Cardenal (y un larguísimo etcétera), nos ha hecho odiarlo y amarlo, repudiarlo y perdonarlo, pero siempre nos ha llegado al alma. Cuando las luces bajan y la música casi queda en silencio, su voz llena el escenario, parece que nos está atravesando, nos esta haciendo sentir con él… les dejo acá “Daria mi reino” (en donde tiene un fetiche draculesco, solo que sin la capa)



Párrafo aparte merece Claudia Lapacó como Feyza, personaje agregado por el dúo pero que marca el hilo conductor de la historia. A pesar de su carácter posesivo y celoso (
Entonces yo me voy … sobro aquí, en donde ella este yo no estoy… olvídate de mi, olvida que existí.. si esta es tu elección para ti morí…), Feyza se roba la historia, es la mala de la novela, que se redime al final como en todo cuento, pero sabemos que sin ella no existiría la feliz pareja. El histrionismo de la SEÑORA actriz Lapacó es impresionante, no solo por el ser el personaje que mas tiempo pasa en escena, sino la vitalidad que posee en cada uno de esos momentos. En varias entrevistas ella reconoce que no es cantante, pero la verdad muchos que se creen cantantes no le llegan ni a los talones… la versatilidad en cada uno de sus solos es EXTRAORDINARIO!!! Como una sombra acecha a la inocente Elena cuando llega a Palacio, como un buitre ronda sobre su presa al momento de pergeñar el engaño, como una Sra. Bates protege a su hijo (jaja perdón…), como una gran mujer acepta su derrota… y Lapacó deslumbra en cada uno.


Como me gustaría saber un poco de música, pero como no sé, así que me quedo con el sentir. Angel Mahler siempre me hace transportar a sus mágicos lugares, a sentir las mismas emociones que sus personajes, todo enmarcado magníficamente por un juego de luces que merece ser resaltado. El teatro tiene esa magia de intentar hacerte sentir lo mismo que los actores, uno puede ver una y otra vez la misma obra (ejem) pero cada vez es un momento UNICO e IRREPETIBLE, sólo hay que dejarse llevar…
Obviamente que ver esta producción después de haber visto “El Fantasma de La Opera” deja un sabor de bajo presupuesto, pero no siempre grandes escenografías son crédito de buenas historias, y esta con tan solo un telón de fondo logra su cometido, transpórtate a un Palacio y vivir mil y una noches de amor…

Comentarios

María Eugenia Del Zotto ha dicho que…
Qué bueno que una obra tenga la potencia de transportarnos a otros mundos...alejados de los cotidianos!

Rodó es Rodó, es verdad...pero aún en el caso de que fuese un fiasco, la premisa a tener en cuenta es siempre la misma: "sólo hay que dejarse llevar"...

Qué lindo que la hayan pasado bien...aún con el frío jeje!

BESIS!

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