Se oye una canción, que hace suspirar

♪ Mira, ahí va esa chica tan distinta / ¿Quién sabe cuál es su interés? /
En los sueños vivirá / Con sus libros siempre está / Un misterio para todos Bella es ♫

El día comenzó muy temprano, cuando las calles de Rosario se asemejaban a un mágico y tenebroso bosque encantado, que brindaba el marco perfecto para la historia en la cual estábamos a punto de sumergirnos. Íbamos a hacer un viaje distinto, no solo por el grupo de gente (que merecería un párrafo aparte) sino que era como comenzar a andar por un camino amarillo que nos regresaría a nuestra infancia.

La historia la conocemos todos, Disney se encargó de hacerla maravillosa e inolvidable: un príncipe encantado, una damisela en apuros, un malo mas tonto que malo, y un desfile de fieles y graciosos amigos. Quien podría olvidar ese romántico baile entre él y ella al compás de una canción difícil de no ponerse a tararear… a pesar de saber como termina, no pudimos dejar de sorprendernos, reírnos y emocionarnos. El publico fue un reflejo de la historia, desde niños a adultos, todos nos dejamos llevar y muchas veces como en Finding Neverland, fueron los chicos quienes con sus intervenciones (no siempre) hicieron desinhibirnos (aunque algunos adultos nos reíamos mas que ellos)

De musicales algo podemos hablar, y me gusta afirmar que entre ellos no se pueden comparar, no existe una vara con la cual hacer medibles ciertas cosas. Por eso tampoco podemos ser objetivos al momento de exponer nuestros pensamientos.

Aplausos de pie se llevan el vestuario y la escenografia, la gracia que ellos tramiten ayudan de manera única a darle vida a esta particular historia, desde la asombrosa aparición del castillo de la Bestia hasta la humanización de los artefactos, los ojos no se pueden permitir parpadear para intentar no perderse detalle. Será que estamos mal acostumbrados a las escaleras o telones minimalistas de Cibrian-Mahler, que cuando contemplamos las puestas venidas de afuera, nos sentimos niños hojeando un cuento.


Los actores se llevan LA ovación de pie. Magali Sanchez Alleno llena el escenario como Bella, es el personaje con más tiempo en escena y su personalidad siempre alegre (jovial) se transmite al público. Aunque no siempre Bella está alegre, en los momentos más tristes, sufrís con ella. Pero no solo Bella sufre, con La Bestia pasamos por grandes arcos de sentimientos, y Martín Ruiz no se queda atrás. Nos reímos y lloramos junto a él, durante la canción “Si no puedo amarla”, la piel se te eriza de una manera que creo ni Drácula ha conseguido… y es inevitable que una lagrima caiga cual pétalo de rosa que acorta el tiempo de la Bestia para encontrar el amor…

Parece que cada actor ha nacido para el papel, en el 98 Bestia estuvo a cargo de Juan Rodó, pero viendo a Martín en escena no creo que haya existido uno mejor, el despliegue no solo vocal sino también físico que realiza es deslumbrante; y Federico Nicolás Moore es otro ejemplo de ello. Gastón es el tipo malo, no tan malo pero si muy tonto y presumido que se encuentra en toda historia de Disney. Lleva adelante uno de los mejores actos de la obra (que no por casualidad lleva su nombre), junto a los casi 20 personajes de la aldea, que merece sacarse el sombrero.

Sin extenderme demasiado, no quiero dejar de nombrar un par más: Marisol Otero quien realizara a Bella en la versión anterior, lleva adelante una tierna y dulce Sra. Pots. Rodolfo Vals (si el coach vocal de OT) regresa como Maurice y narrador de la historia, voz inconfundible!!! El mexicano Roger González se lleva los mayores aplausos y también los mayores golpes, como Lefour, el lacayo de Gastón que es subestimado pero que se hace querer a pesar de ser el típico simpático chupamedias.

Y no me quiero olvidar de otros dos personajes entrañables, ellos son Ricardo Bangueses y Carlos Silveyra como Dindón y Lumìere respectivamente. Este último merece un párrafo aparte!!!

El tema ya deslumbraba en su versión de Hollywood, “Nuestro huésped” es la presentación a Bella de todos los habitantes hechizados del castillo. La verdad que no encuentro palabras para poder explicarlo (y es una lastima que en el teatro haya demasiado control de las cámaras… pero en youtube es otra historia), pero para que se den una idea, sentí por un momento que estaba siendo testigo de un imponente musical de la excitante década del 50 de la MGM y que Lumiere era Gene Kelly!!! Cuchillos, cucharas, tenedores, espátulas, alfombras y servilletas danzaban sin cesar, frente a un juego de escaleras de vajillas y todo enmarcado por un juego de luces propio de Ziegfeld Follies…

Como niños reímos, y como niños lloramos, entre ellos la tarde gris se despedía. No estoy a la altura de opinar sobre la técnica, algunos comentarios que en el camino de vuelta llegue a escuchar fueron que en algunos momentos habían entrado a destiempo, o que se habían pisado en el dialogo, sólo puedo decir que la obra me tocó, me llego al alma y al corazón. Puedo hablar de cuanto ella me afectó.
Me hizo sentir como esa niña que hace muchos años vio por primera vez una historia de amor, que dejaba (como toda película de Disney) una moraleja: que no hay que juzgar un libro por la portada, o para decirlo con sus palabras: que no hay que dejarse llevar por las apariencias, ya que la verdadera belleza esta en el interior….


Así el día llego a su fin, el viaje relámpago a tierras lejanas culminó, el hechizo se rompió y como el tema que durante el viaje se escuchó (gracias a las voces de la “escuelita de Beto”) dijo:
Quiero dar las gracias / a las canciones / que transmiten emociones / quiero dar las gracias / por lo que me hacen sentir, debo admitir / que con la música vale vivir / por eso quiero dar las gracias / por este don en mi.


Comentarios

María Eugenia Del Zotto ha dicho que…
Qué lindo que hayas vivido tan grande conjunción de sentimientos!

Estas historias siempre nos remiten a nuestra niñez y nos hacen sentir que a pesar de los problemas y los golpes de la vida, siempre tendremos ese niño interno para venir a nuestro rescate y llevarnos por tierras lejanas!

Beso!
Gise ha dicho que…
Buenisimo!

Me estas vendiendo los musicales, de una manera muy tentadora(y eso q soy una absoluta ignorante en el area)!

Genial la crónica!

Besos!

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