la espera tragicómica

Logro sentarme. Tomo lo primero que tengo a mano y empiezo a escribir. Dicen que la espera es trágica, esta terminó siendo tragicómica.

Ir de Romi es armarse de paciencia. Es permanercer dentro de la lata de sardinas amarilla conocida como colectivo, entre una hora y hora y media. Si bien es un citytour económico por la ciudad de Rosario (el parque Independencia y el parque Alem; el Coloso y el Gigante; Alto y Portal, La florida y la Peatonal Córdoba; el Laguito y el Rio) el trasero pide piedad cuando subís por Puccio. Pero lo soportamos. Sabemos que al llegar nos aguardan unos mates y con un poco de suerte, pochoclo recién hecho (en este caso un bol de merengue seguramente lila!!!)

Siempre digo que ir de Maru es más rápido (eso que tengo a Perez en el medio) ya que se le puede calcular cuando la querida Metro pasa por la Esso cerca de casa (sino puede pasar un Monticas o el Puma). Para ir de los Panettas estoy condenada al 153, y al 153 rojo para ser más específico. Esta vez me tocó esperarlo más de 45 minutos! Lo cual no es del todo extraño, hemoslo esperado una hora entera algún que otro domingo para regresar.

Esta vez me dije: "no me conecto ahora, espero subirme total si no es el de las menos cuarto será el de la hora". Claro 153 pasaron, pero eran negros. Así que fue cayendo gente al baile, que sumado a la comparsa que practicaba en mi cabezar, se convertía en todo un desfile de carnaval.

Primero una mujer, llamemosla Rosa. No es la primera vez que nuestras esperas se cruzan. Toma el 120 para ir a la estación de colectivos a vender artesanias y aprovechar ir a la peatonal cuando hay paro de municipales. Hoy tenia turno con el médico. Diagnóstico: una fisura en el dedo chiquito del pie. Lo que llevó a toda una teoría de cómo las zapatillas se debe amoldar a los guanetes de sus dueños. Why!?!??! Yo sólo pensaba como House y su sequito harian un diagnóstico diferencial (si, cai en la tentación y mordi el frasco de Vicodin). Por suerte y por desgracia, su cole llegó. Yo seguiria esperando.

Dos testigos de Jehová se aproximan. Vienen con su planfeto en mano. No puedo escapar, la colisión es inminente. "Te dejo para que leas, este es el verdadero nombre del Señor" me dice una de ellas con una gran sonrisa, la cual le devuelvo mientras acepto el folleto. Se van fugazmente con un "adios", si hubiera sabido lo que vendria, hubiera preferido que intentaran convertirme y llegar al número divino.

A esa altura descubro que el estuche de los lentes de sol está vacio, Sofia me los habia sacado cuando llegue de la oficina antes de que pudiera guardarlos. Maldigo en silencio. Se del sol que me espera en el camino, sólo deseo que el ibubrofeno me haya hecho efecto para entonces.

Un hombre se baja de un auto, saluda a la pareja y comienza a mirar el recorrido de los colectivos. Esta de espalda y el 123 se acerca. "Disculpe, si espera el 123 se le va escapar" le aviso como buena samaritana (todos tenemos un boyscout dentro en algún momento). "No este no me deja, sabes si paso el 120?" A esta altura me conozco el horario de todos los coles, "pasó hace 10 minutos, ya debe venir". Se ve que mi rostro dejo entrever odio, porque me pregunta cúanto hace que espero. Catarticamente le contesto que mas de media hora y no pasa el que espero, el bendito 153 rojo. Otro cole amarillo me emociono, pero NO! nuevamente un negro. Pero me están cachando!!!.
Con la música de tiburón de fondo se aproxima la frase "es el país que tenemos". Lo cual lleva a un discurso analisis politico/social/economico por parte del buen hombre. Lo que falta es educación, pero educación desde la casa. Lo que falta es que se sepa valorar lo que es ganarse con el trabajo, no que te den todo de arriba. Mal no esta lo que dice, concuerdo en varias de sus ideas, pero el horno no esta para bollos. Tal como lo predije, al ratito llega el 120, se sube con un "buena suerte muchacha", necesitaré más que eso, necesiao que venga el colectivo, la suerte ya esta echada...

Al son de "esta es la sociedad en la que vivimos" se baja un joven de ese mismo cole de la Semtur. "Tenes que estar drogado o medio muerto pa que te dejen vender" decia mientras me mostraba las malditas tarjetitas de perros con ojos del Gato con Botas y frases melosas. Esta vez no le iba a dar letra, tengo posgrado en que la gente mas extraña me saque conversación (Maru puede dar fe de ello) asi que solo me contuve a un "el tratar con la gente es complicado". Cruza Pellegrini para aprovechar el 120 parado del otro lado, no tiene suerte y regresa despotricando.

Se toma el 123 que nuevamente para en mis narices, quién dice que la Semtur no tiene frecuencia, pasaron como 8 coches ya. Una luz de esperanza me saca de la reflexión. Un cole amarillo, letras rojas... SI! al fin!!! comienza la siguiente hora ya de otra manera, llevo material de lectura y música para que me acompañe, es casi un ritual. Hago seña (lo unico que me falta es que no me pare) marco la tarjeta y me siento. Tomo el celular y comienzo a bocetear estas ideas para no olvidarmelas cuando me siente frente al teclado, olvidarlas va a ser dificil, ir de Romi es toda una aventura, y mas cuando la espera puede ser tan tragicomica.

@vanemaz

Comentarios

María Eugenia Del Zotto ha dicho que…
La espera es espera, y eso conlleva a que sea muchas cosas...hay que aprender a sacarle el jugo, y escribirlo jeje!

Doy fe de absolutamente tutto! La próxima quiero un racconto sobre la Metro y sus freaks :)

Nice Nice Nice!!!!

GGss

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