La suerte esta echada
No estamos viviendo otra vez el mismo día como Bill Murray, lo que vemos es el mismo titular pero no la misma noticia. Hoy son los chóferes de la Semtur los que están de paro, nuevamente la inseguridad los atacó esta madrugada.
Los noticieros te hacen salir a la calle con la misma frase de siempre: “el que se perjudica es el usuario, el trabajador, él que tiene que llegar a su trabajo”. Apago el televisor, tomo el último trago de café y salgo a la titánica meta de conseguir un colectivo que me lleve.
Llego a la parada y veo como el 153 pasa repleto cual lata de sardinas, dejando a algunos esperanzados con el brazo extendido. Me encuentro a un vecino que me dice:
- Hoy va a ser imposible! – con cara como si hubiera estado picando piedras al costado del camino por horas.
Me siento junto a una mujer sesentona, que con un pañuelo intentaba acomodar su enmarañado pelo rubio entrecano, llevaba puesta ropa holgada, pareciéndose mas una gitana que lo que verdaderamente es: una artesana. Me pregunta que hora es y agrega:
- disculpa nena, ¿no sabes por qué tarda tanto el ómnibus hoy?
Quedo anonadada frente a la pregunta, en mi mente rebota una idea: ¿esta mujer vive en un tarrito de sabor15?
- no ha escuchado la radio? Asaltaron a uno de la 122, y se pusieron de paro – le comento cual servicio de noticias del barrio
- me levanté, agarre el bolso y salí, no vi nada...
No se asombró para nada frente a lo que le acababa de decir, parece que los paros decretados de la noche a la mañana, nos tienen tan acostumbrados que ya no nos sorprenden.
- sabe lo que pasa, estoy contenta por mañana... el paro de los municipales me viene de diez. Hoy pensaba hacerme unos mangos en la terminal, pero visto que el 120 no va a venir, me voy...
Tomó su bolso con rueditas y se dispuso a cruzar la avenida, mientras que otro 153, esta vez rojo, permitía que sólo un par de personas subieran, aquellos que habían llegado primero, nuevamente quedamos un grupito rezagado.
Miro las agujas del reloj, y parece que el tiempo hubiera pasado mas rápido que lo de costumbre, cambio mi estrategia: caminar un par de cuadras y probar con dos colectivos que no lleguen al centro directamente.
En la esquina y como caído del cielo, un taxi se desocupa. Sin dudarlo me subo y le doy la dirección de destino.
- pleno centro, te iba a ser imposible – la frase del taxista me hizo sentir como si viviera un déjà vú
Hacemos un par de cuadras y la inconfundible voz del Dr. Luis nos va acompañando. Entre la radio y el taxista comienza un dialogo del cual soy testigo privilegiada. Le contesta sabiendo (o no) que no le va a responder, pero insiste en retrucar cada dicho enojado.
- no les viene nada bien a estos... siempre de paro por algo – gira y me mira esperando una respuesta que nunca llega, y agrega: no te molesta esta situación flaca?
No sabia que responder, ya que por mi cabeza pasaban las imágenes de no hacia mucho tiempo atrás cuando los taxistas tras la muerte de un compañero, bloquearon el centro a lo largo de Pellegrini y Oroño, fue otro de esos días que llegar al trabajo fue toda una aventura; le termine diciendo como si me hubieran puesto play:
- el que se perjudica es el usuario... a ustedes les viene bárbaro, no?
Por el espejo retrovisor, donde colgaba un rosario desteñido por el sol y cuernito rojo, que demostraba sus raíces italianas, vi como asentía con la cabeza, parece que era la respuesta que estaba esperando.
Las palabras de Novaresio y compañía seguían chocando con la opinión del taxista, así llegamos a la esquina de Mitre y Rioja, mi destino. Le pago y de la misma manera que lo conseguí a un par de cuadras de casa, una mujer llena de expedientes le pregunta si esta libre, se sube y se van, seguramente con destino a Tribunales, y me imagino la frase del día sonando nuevamente: “te iba a ser imposible”.
Los noticieros te hacen salir a la calle con la misma frase de siempre: “el que se perjudica es el usuario, el trabajador, él que tiene que llegar a su trabajo”. Apago el televisor, tomo el último trago de café y salgo a la titánica meta de conseguir un colectivo que me lleve.
Llego a la parada y veo como el 153 pasa repleto cual lata de sardinas, dejando a algunos esperanzados con el brazo extendido. Me encuentro a un vecino que me dice:
- Hoy va a ser imposible! – con cara como si hubiera estado picando piedras al costado del camino por horas.
Me siento junto a una mujer sesentona, que con un pañuelo intentaba acomodar su enmarañado pelo rubio entrecano, llevaba puesta ropa holgada, pareciéndose mas una gitana que lo que verdaderamente es: una artesana. Me pregunta que hora es y agrega:
- disculpa nena, ¿no sabes por qué tarda tanto el ómnibus hoy?
Quedo anonadada frente a la pregunta, en mi mente rebota una idea: ¿esta mujer vive en un tarrito de sabor15?
- no ha escuchado la radio? Asaltaron a uno de la 122, y se pusieron de paro – le comento cual servicio de noticias del barrio
- me levanté, agarre el bolso y salí, no vi nada...
No se asombró para nada frente a lo que le acababa de decir, parece que los paros decretados de la noche a la mañana, nos tienen tan acostumbrados que ya no nos sorprenden.
- sabe lo que pasa, estoy contenta por mañana... el paro de los municipales me viene de diez. Hoy pensaba hacerme unos mangos en la terminal, pero visto que el 120 no va a venir, me voy...
Tomó su bolso con rueditas y se dispuso a cruzar la avenida, mientras que otro 153, esta vez rojo, permitía que sólo un par de personas subieran, aquellos que habían llegado primero, nuevamente quedamos un grupito rezagado.
Miro las agujas del reloj, y parece que el tiempo hubiera pasado mas rápido que lo de costumbre, cambio mi estrategia: caminar un par de cuadras y probar con dos colectivos que no lleguen al centro directamente.
En la esquina y como caído del cielo, un taxi se desocupa. Sin dudarlo me subo y le doy la dirección de destino.
- pleno centro, te iba a ser imposible – la frase del taxista me hizo sentir como si viviera un déjà vú
Hacemos un par de cuadras y la inconfundible voz del Dr. Luis nos va acompañando. Entre la radio y el taxista comienza un dialogo del cual soy testigo privilegiada. Le contesta sabiendo (o no) que no le va a responder, pero insiste en retrucar cada dicho enojado.
- no les viene nada bien a estos... siempre de paro por algo – gira y me mira esperando una respuesta que nunca llega, y agrega: no te molesta esta situación flaca?
No sabia que responder, ya que por mi cabeza pasaban las imágenes de no hacia mucho tiempo atrás cuando los taxistas tras la muerte de un compañero, bloquearon el centro a lo largo de Pellegrini y Oroño, fue otro de esos días que llegar al trabajo fue toda una aventura; le termine diciendo como si me hubieran puesto play:
- el que se perjudica es el usuario... a ustedes les viene bárbaro, no?
Por el espejo retrovisor, donde colgaba un rosario desteñido por el sol y cuernito rojo, que demostraba sus raíces italianas, vi como asentía con la cabeza, parece que era la respuesta que estaba esperando.
Las palabras de Novaresio y compañía seguían chocando con la opinión del taxista, así llegamos a la esquina de Mitre y Rioja, mi destino. Le pago y de la misma manera que lo conseguí a un par de cuadras de casa, una mujer llena de expedientes le pregunta si esta libre, se sube y se van, seguramente con destino a Tribunales, y me imagino la frase del día sonando nuevamente: “te iba a ser imposible”.
esta es la crónica presentada como final en Periodismo y Literatura.
Al ser digital, aprovechamos para publicarla en el blog.
Comentarios
Segundo, creo que realmente la que comento antes vive en un sabor quince, ya que ni siquiera conoce ese "dicho" tan tradicional ("vivis en un sabor quince?")
Un abrazo, si te interesa, pasate por mi blog, acabo de escribir algo sobre la idea de bajar la edad de imputabilidad a los menores y me gustaria escuchar comentarios acerca de eso. El articulo se llama Presos desde la cuna.
http://www.gambeteandoalmundo.blogspot.com
un abrazo
Me acuerdo que esa mañana te mandé un mensaje de texto (varios) después de escuchar a Novaresio...
Ahora hace mucho que no lo escucho...me he alejado de las noticias. Quizás porque ultimamente necesite un poco menos de putanesca y un poco más de tarrito de sabor15...
Beso! :)