Navidad llegó el 25 a la noche
Viernes 24 de Diciembre, 23:59, la mesa está servida con pandulces, rockets y Mantecol (muy navideño), las copas burbujean. El reloj de la VHS cambia, son las doce... FELIZ NAVIDAD!!! Brindamos, nos sentamos y seguimos comiendo. Como si nada. Papá Noel ya no pasa por esa mesa, el más jovén pasó el cuarto de siglo, ya no cree en San Nicolas, no le escribió la carta ni mucho menos.
Lo más cercano esa noche a llegada del Gordo, fue la llamada telefonica de una niña de 3 años al celular de la abuela pidiendo el número del celular del Sr. Barrigón para preguntarle cuánto tardaría en llegar... en esa casa si que la ansiedad era fuerte.
Llegamos a casa, pusimos al niñito Jesús en los Pesebres (algunas costumbres todavia está bueno mantenerlas) y nos fuimos a dormir.
El calor hace que los 25 se festejen por la noche, igual no pasa festividad en que no recordemos el patio de la Abuela, comiendo canelones a más no poder, pandulce, nueces, almendras, turrones de todos los colores (en aquellas epocas se comina más? por qué ahora comememos como pajaritos?), y por la tarde cuando los grandes se iban a dormir la siesta, comenzaban las guerras de baldazos de agua o de benenitos (con ruleros y globos jajajaja)
Los regalos bajo el árbol ya estaban listos, esperando... esperando a esa niña de 3 años que se pasó la semana repitiendo de memoria la carta que le habia escrito a Papá Noel. Ella ya habia tenido su Navidad con los padres y la otra pata de la familia, pero tenia que ver que traia a la casa de la Abu Mimi.
Suena el timbre, abrimos la puerta y Sofia se encuentra con el árbol tras la "visita" de Papa Noel. Cual elfo empieza a repartir los regalos reservando los propios para el final. Esa carita de satisfacción cuando encuentra en ellos algunos de los pedidos en la carta se remata con la frase "yo sabia que Papa Noel lo tenia en la bolsa".
Pero allí no terminó, despues descubre la bota colgada en la chimenea (pobre Gordo si queria bajar por alli...) está llena de dulces y nueces... "son los dulces de Papa Noel" dice con una gran sonrisa en la cara. Sonrisa que no se apagó en toda la noche, felicidad que sólo un niño puede contagiar a aquellos que con el paso de los años ya no viven la Navidad de la misma manera. Que no se divierten con estrellitas ni con chasquibooms, que no escriben cartas, que no esperan las doce ansiosos por ese Gordo vestido de rojo que siempre se escapa de la vista inocente de los niños.
Comercial o no, religiosa o no, la Navidad con chicos es el momento para que todo adulto regrese a su mas tierna infancia, y disfrute junto a sus seres queridos...
El año que viene nos deparará otra Navidad, con dos niñas en casa esperando que el hombre del Polo Norte cumpla con lo que pidieron en sus cartas... pero no nos adelantemos, aun nos falta cortar el pasto y poner el aguita para los Reyes y sus camellos.
Como bonus track les dejo este final, que se me vino a la mente mientras traspasaba estas ideas al teclado.
Lo más cercano esa noche a llegada del Gordo, fue la llamada telefonica de una niña de 3 años al celular de la abuela pidiendo el número del celular del Sr. Barrigón para preguntarle cuánto tardaría en llegar... en esa casa si que la ansiedad era fuerte.
Llegamos a casa, pusimos al niñito Jesús en los Pesebres (algunas costumbres todavia está bueno mantenerlas) y nos fuimos a dormir.
El calor hace que los 25 se festejen por la noche, igual no pasa festividad en que no recordemos el patio de la Abuela, comiendo canelones a más no poder, pandulce, nueces, almendras, turrones de todos los colores (en aquellas epocas se comina más? por qué ahora comememos como pajaritos?), y por la tarde cuando los grandes se iban a dormir la siesta, comenzaban las guerras de baldazos de agua o de benenitos (con ruleros y globos jajajaja)
Los regalos bajo el árbol ya estaban listos, esperando... esperando a esa niña de 3 años que se pasó la semana repitiendo de memoria la carta que le habia escrito a Papá Noel. Ella ya habia tenido su Navidad con los padres y la otra pata de la familia, pero tenia que ver que traia a la casa de la Abu Mimi.
Suena el timbre, abrimos la puerta y Sofia se encuentra con el árbol tras la "visita" de Papa Noel. Cual elfo empieza a repartir los regalos reservando los propios para el final. Esa carita de satisfacción cuando encuentra en ellos algunos de los pedidos en la carta se remata con la frase "yo sabia que Papa Noel lo tenia en la bolsa".
Pero allí no terminó, despues descubre la bota colgada en la chimenea (pobre Gordo si queria bajar por alli...) está llena de dulces y nueces... "son los dulces de Papa Noel" dice con una gran sonrisa en la cara. Sonrisa que no se apagó en toda la noche, felicidad que sólo un niño puede contagiar a aquellos que con el paso de los años ya no viven la Navidad de la misma manera. Que no se divierten con estrellitas ni con chasquibooms, que no escriben cartas, que no esperan las doce ansiosos por ese Gordo vestido de rojo que siempre se escapa de la vista inocente de los niños.
Comercial o no, religiosa o no, la Navidad con chicos es el momento para que todo adulto regrese a su mas tierna infancia, y disfrute junto a sus seres queridos...
El año que viene nos deparará otra Navidad, con dos niñas en casa esperando que el hombre del Polo Norte cumpla con lo que pidieron en sus cartas... pero no nos adelantemos, aun nos falta cortar el pasto y poner el aguita para los Reyes y sus camellos.
Como bonus track les dejo este final, que se me vino a la mente mientras traspasaba estas ideas al teclado.
Comentarios
Perdón la onda depre jeje, divina la nueva cara del blog!
PD: le tengo mas fe a fin de año en este 2010...
Besote friend!
Feliz Navidad todo el año!!!