Lejos de la tecnologia
En medio de La Pampa húmeda existe un lugar detenido en el tiempo, y no estoy haciendo alusión a la Isla de Lost. Es un pueblo que se lo conoce como Guatraché, y es una Colonia Menonita. Son una comunidad que llegó a la Argentina en 1987, y surgieron como un grupo moderado de anabaptista (rechazan el bautismo de los niños para conceder valor al de los adultos) que llegaron al país. Pueden ser comparados con los mucho mas conocidos Amish que habitan principalmente en Estados Unidos, ambos son descendientes directos de dicho movimiento del Siglo XVI.
Casas austeras con techos a dos aguas, caminos de tierra y vestimenta campesina los identifican, son una comunidad que se autoabastece, no depende para nada de los grandes supermercados y sus ofertas. Solo recurren a la “civilización” cuando necesitan de materias primas. Ellos poseen sus propios carpinteros, constructores, agricultores, y las mujeres dedicadas a la procreación y a la casa (dar de comer y abrigar a la familia son sus obligaciones).
Poseen sus propias escuelas, una enseñanza excluyente de la historia de su cultura y con una particular lectura de las Sagradas Escrituras. De esta forma tratan de mantener sus costumbres y sus leyes. El gobierno de la provincia de La Pampa ha intentado en mas de una oportunidad que los niños aprendan el español, ya que entre ellos hablan un dialecto alemán, pero son muy fieles a sus tradiciones.
Viven como en el siglo pasado por lo cual desarrollan sus vidas de una forma muy sencilla, en donde los avances tecnológicos no los condicionan para nada. No poseen luz eléctrica, se iluminan con faroles a querosén. Sus calles no son transitadas por automóviles, sino por una especie de carruajes llamados “boogis”. Tiene prohibido el tabaco, el alcohol y las practicas deportivas. No escuchan radio ni ven televisión, y mucho menos se comunican enviándose mensajes de texto. De todas formas ellos mismo (en su pagina) dan a conocer que están muchos mas urbanizados y biculturales que antes, pero siguen respetando sus antiguas costumbres.
Casas austeras con techos a dos aguas, caminos de tierra y vestimenta campesina los identifican, son una comunidad que se autoabastece, no depende para nada de los grandes supermercados y sus ofertas. Solo recurren a la “civilización” cuando necesitan de materias primas. Ellos poseen sus propios carpinteros, constructores, agricultores, y las mujeres dedicadas a la procreación y a la casa (dar de comer y abrigar a la familia son sus obligaciones).
Poseen sus propias escuelas, una enseñanza excluyente de la historia de su cultura y con una particular lectura de las Sagradas Escrituras. De esta forma tratan de mantener sus costumbres y sus leyes. El gobierno de la provincia de La Pampa ha intentado en mas de una oportunidad que los niños aprendan el español, ya que entre ellos hablan un dialecto alemán, pero son muy fieles a sus tradiciones.
Viven como en el siglo pasado por lo cual desarrollan sus vidas de una forma muy sencilla, en donde los avances tecnológicos no los condicionan para nada. No poseen luz eléctrica, se iluminan con faroles a querosén. Sus calles no son transitadas por automóviles, sino por una especie de carruajes llamados “boogis”. Tiene prohibido el tabaco, el alcohol y las practicas deportivas. No escuchan radio ni ven televisión, y mucho menos se comunican enviándose mensajes de texto. De todas formas ellos mismo (en su pagina) dan a conocer que están muchos mas urbanizados y biculturales que antes, pero siguen respetando sus antiguas costumbres.
+ InFo:
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